Milei vetara el aumento a jubilados aprobado por el Congreso

El presidente confirmó que bloqueará la ley sancionada por ambas cámaras donde se otorgaba un aumento del 7,2% en los haberes jubilatorios, además de una suba del bono a $110.000 y la restitución de la moratoria. También advirtió que recurrirá a la Justicia si el Congreso insiste.

En la actualidad, la situación de los jubilados en Argentina es alarmante. El 70% percibe la jubilación mínima, hoy fijada en $309.294,80, a la que se suma un bono no remunerativo de $70.000. Este problema surje debido a que solo tres de cada diez varones y una de cada diez mujeres llegan a cumplir los 30 años de aportes requeridos, lo que evidencia una creciente dependencia de mecanismos como la moratoria para poder acceder al sistema.

En ese contexto, el Congreso sancionó una ley que contempla una mejora integral del esquema previsional: aumento del 7,2% en todos los haberes y pensiones, actualización automática del bono, que pasa de $70.000 a $110.000, y la extensión por dos años de la moratoria previsional, que permite jubilarse a quienes no hayan completado los años de aportes. Si se aplicara, la jubilación mínima ascendería a $331.564,02, a lo que se sumaría el nuevo bono, totalizando $441.564,02 mensuales.

El punto más objetado por el Gobierno es la conversión del bono en un derecho permanente. El presidente, Javier Milei, durante su discurso en el acto de la Bolsa de Comercio calificó la aprobación legislativa como un “puñal” y acusó al Congreso de “intentar destruir al Gobierno”. Ratificó que vetará la ley y, si el Congreso insiste, judicializará la medida.

“El equilibrio fiscal no se negocia”, fue. La contundente frase que uso el presidente. 

Para Milei, cualquier gasto no contemplado implica una amenaza directa a su politica en contra deficit fiscal, aún si afecta a sectores vulnerables. El problema es que el ajuste, para ser sustentable, requiere consensos políticos que el oficialismo no está logrando construir, y cada decreto presidencial no solo prolonga la tensión institucional, sino que acentúa el aislamiento del Ejecutivo frente a un Congreso que empieza a articular mayorías eventuales con gobernadores.

El ministro de Economía, Luis Caputo, también defendió la decisión declarando que el aumento aprobado es una “puesta en escena” de la “casta política” y que las jubilaciones ya habrían recuperado “un 15% real” desde diciembre, aunque sin presentar cifras desagregadas.

Desde el punto de vista constitucional, el Presidente está facultado a vetar cualquier ley. Para revertir el veto, el Congreso necesita dos tercios de los votos en ambas cámaras. En el Senado, la ley fue aprobada con 52 votos a favor, una cifra en la que el Poder Ejecutivo ve dificil la negociacion; pero en Diputados el oficialismo confía en reunir al menos 75 votos negativos, lo que bastaría para sostenerlo. Si el Congreso lograra la mayoría, Milei anticipó que recurrirá a la Justicia para frenar su aplicación.

La disputa previsional se convirtió en el nuevo eje de confrontación entre la Casa Rosada y el Congreso. El Gobierno sostiene el ajuste como política irreductible; la oposición busca ponerle límites sociales al ajuste. El veto presidencial no solo frena una mejora concreta para millones de jubilados, sino que también marca el pulso de una gobernabilidad cada vez más conflictuada con los demás poderes.